Cuándo apostar por tus ingredientes

Cuándo apostar por tus ingredientes

En la fabricación de cualquier alimento, siempre tenemos que decidir en qué etapa del proceso incluimos nuestros ingredientes y/o aditivos. En el caso de algunos elementos puede que la introducción en un momento u otro sea indiferente, que tengamos la ocasión de incluirlos en varias etapas, de forma fraccionada, o en 2 o 3 momentos del proceso de fabricación.

Sin embargo, existen ingredientes que para obtener el efecto deseado deben aplicarse en un momento muy concreto de la producción del alimento: este conocimiento tiene una valía tremenda para la industria alimentaria, y es el más complejo de adquirir.

Sí nos dijesen qué preferimos dominar de los ingredientes y/o aditivos…. ¿Qué diríamos? Dominar al máximo el modo de aplicación de cada ingrediente que se utiliza.

Otro aspecto que influye en esta «apuesta» es si nos referimos a una producción industrial o más artesanal o inmediata. Por ejemplo, si tenemos una formulación para aplicar en las elaboraciones de un restaurante, hay ingredientes que podría aplicar incluso después del cocinado, antes de llevar el plato a la mesa. No nos referimos solo a matizar el sabor sino a elementos con funcionalidades por encima de redondear el plato.

Sin embargo, si nos trasladamos a una fabricación industrial, el panorama cambia y con él la temporalidad de los ingredientes. Un aditivo que de forma artesanal lo podríamos aplicar al final, en este contexto, nos vemos obligados a aplicarlo más atrás en el proceso.

¿Conocías esta «temporalidad» de los ingredientes?