No necesito reposar…

No necesito reposar…

Una de las prácticas más habituales en un marinado es el famoso «reposo» tras su especiado: un tiempo en cámara de refrigeración para que la pieza se impregne de sabor en todo su esplendor, tanto externa como internamente.

En mi opinión, esta técnica no es imprescindible en muchos casos: hay piezas donde un tiempo de reposo no nos aporta un sabor «extra», ni siquiera una mayor terneza.

Que un marinado necesite un tiempo de reposo va a depender en gran medida de la composición de la matriz que estemos tratando.

Aquello que marca la necesidad de un tiempo de descanso, así como de su duración, va a depender casi en exclusiva en el peso de su parte grasa sobre el total de la matriz.

Las intensidades de sabor se pueden conseguir de forma rápida sin necesidad de pasos adicionales en la elaboración.